97) La Unión Europea lidera la lucha contra el cambio climático con el CBAM
¿Cuáles son los próximos pasos en la Unión Europea en materia de derechos de emisión de CO₂?
El 23 de abril de 2005 se subió el video a la recién creada plataforma de Youtube (14 de febrero de ese mismo año), “Me at the zoo”, donde uno de los fundadores habla sobre la trompa de los elefantes (para los más curioso, 286 M de visualizaciones tiene la joyita).
Ese mismo año, en la Unión Europea se instauró el sistema europeo de comercio de emisiones (ETS) , el cual tiene como objetivo limitar las emisiones de CO₂ dentro de la UE. Ciertamente, la cooperación energética está en el ADN europeo, desde los primeros días del proceso de integración europea. Con la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1951, los padres fundadores de Europa decidieron integrar el carbón –el principal recurso energético de la época– y las industrias del acero en un mercado común único.
El sistema de EU-ETS está gestionado y regulado por la UE para el comercio de derechos de emisión de carbono para los sectores más emisores: generación de electricidad y calor, industrias de uso intensivo de energía y aviación dentro del Espacio Económico Europeo (A partir de 2024, el ETS se ampliará al transporte marítimo). En la siguiente imagen se puede observar que sectores han contribuido a la reducción de emisiones en la última década.
En la siguiente imagen podéis observar la evolución del precio de los derechos de emisiones. Se puede comprobar con claridad como en los últimos 5 años los precios se han multiplicado por 10x, pasando de 7,5€/Tn CO₂ hasta rozar los 100€/Tn CO₂.
El ETS cubre alrededor del 40 % de las emisiones totales de la Unión Europea, aproximadamente la mitad de los derechos se entregan gratuitamente a las empresas y el resto se subasta. A partir de 2026, la distribución gratuita de los derechos de emisión del RCDE (Régimen de Comercio de Derechos de Emisión) se eliminará gradualmente a lo largo de 9 años.
El 60 % restante de las emisiones de la UE no cubiertas por el RCDE, incluidas las emisiones procedentes de la agricultura, el transporte por carretera, los edificios y los residuos, se rige por el Reglamento de reparto del esfuerzo (ESR).
Esto otorga a los países de la Unión Europea objetivos vinculantes para la reducción de emisiones no incluidas en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE). Los sectores ESR hasta ahora no han alcanzado el mismo nivel de reducción de emisiones observado en los sectores ETS . Hasta el año 2020 la reducción de emisiones en comparación del año 2005 fue dispar para ambos mecanismos:
Un 41% en los sectores de ETS (generación de electricidad y calor, industrias de uso intensivo de energía y aviación).
Un 16 % en los sectores ESR (agricultura, el transporte por carretera, los edificios y los residuos).
Por lo tanto, en 2023, se fijó un nuevo objetivo de reducción de emisiones ESR del 40 % para 2030 en comparación con los niveles de 2005.
A partir de 2027, el ESR se complementará con un segundo sistema de comercio de emisiones (ETS-2) para edificios, transporte por carretera y calor de proceso, que representa una cuarta parte de las emisiones totales de la UE.
En esa tesitura, la proporción de las emisiones de la Unión Europea cubiertas por el comercio de emisiones pasará de 40% a 77% para el 2030, debido a la implementación de ETS-2.
Según indica el Think Tank belga, Bruegel, esto se traducirá en un “aumento de facto en la europeización de la política climática.”
Hasta 2030, las emisiones cubiertas por el ETS-2 seguirán formando parte del ESR, lo que significa que si las empresas sujetas al ETS-2 en un país en conjunto adquieren y utilizan más derechos de emisión que el objetivo del ESR del país, el país todavía necesita para cumplir su objetivo general de ESR . Esto podría conducir a dos niveles de comercio entre países en estos sectores: uno entre empresas sujetas al ETS-2 y otro entre gobiernos sujetos al ESR.
A medida que el límite de emisiones sea más estricto, proporcionalmente el precio de las emisiones de dióxido de carbono (€/Tn CO₂) irá en aumento, y eso hará que tecnologías sostenibles que hoy en día no sean competitivas económicamente, lo sean.
Se supone que el volumen de nuevos derechos de emisión del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea se reducirá un 4,4% anual, mediante el llamado factor de reducción lineal.
Análogamente, se introducirá un mecanismo de ajuste en frontera de carbono (CBAM), según el cual los importadores de productos específicos de países donde el precio del carbono es más bajo que en la UE deberán adquirir certificados de carbono. De este modo, complementará el ETS al igualar el costo del carbono de los bienes importados a la UE con los costos del carbono incurridos en la UE bajo el ETS.
Desde el pasado 1 de octubre de 2023 hasta el 1 de enero de 2026, las empresas extranjeras de los sectores seleccionados tendrán que recopilar datos de emisiones e informarlos a un registro transitorio organizado por la Comisión Europea para poder seguir exportando desde sus países a Europa.
Una vez que el sistema permanente entre en vigor el 1 de enero de 2026, los importadores deberán declarar cada año la cantidad de bienes importados a la UE el año anterior y sus GEI incorporados.
El CBAM hará innecesarias las asignaciones gratuitas bajo el ETS y, por lo tanto, refuerza el impacto del límite y el precio del CO₂ del ETS.
Por último, los ingresos generados por el ETS se orientarán a compensar los costos incurridos: se espera que el fondo de innovación, uno de los programas de financiación más grandes del mundo, estimule la innovación en tecnologías bajas en carbono apoyando la demostración de tecnologías de descarbonización.
En la siguiente infografía del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, se puede observar los países más afectados por el nuevo sistema de CBMA.
Como habéis podido fijar, muchos de los países implicados están situados en las inmediaciones de la Unión Europea (Rusia, Turquía, Noruega, Reino Unido, Ucrania, Suiza…). Cabe destacar que el sector que más sufrirá será el del Hierro y Acero, porque dentro de los sectores involucrados en este arancel verde, un gran volumen de las exportaciones están relacionadas a la siderometalúrgica.
El CBAM sería otro ejemplo del llamado “Efecto Bruselas”, derivado de la difusión de regulación y políticas –en este caso climáticas–, uno de los más poderosos instrumentos de “poder blando” con los que cuenta la UE, que se ejerce a través de las normas y no de las armas y mediante el cual otros países terminan por adoptar estándares europeos
A fin de cuentas, la Unión Europea quiere que estos mecanismos fuercen a reducir la contaminación o mejorar la eficiencia energética, ya que, subyacentemente la competitividad del bloque europeo se vera aumentada al impulsar la innovación para la consecución de los objetivos.
Estoy convencido de que cuando los historiadores del futuro narren este periodo de la humanidad, dibujarán a los europeos (con todos sus fallos) como la punta de lanza en la protección del planeta. La cosa será si aún estamos a tiempo de salvar el planeta y la biodiversidad del cambio climático que nosotros hemos provocado como especie. De nada servirá que los europeos seamos sostenibles, dado que representamos mensos del 10% del planeta.
Sobre todo porque el CO₂ en la atmosfera no tiene pasaporte.
ANÁLISIS PREVIOS en “Energy Analysis”:
Muchos sois nuevos lectores por lo que os dejo alguno de los análisis llevados a cabo desde el canal:
Y habrá que ver si esta descarbonización nos lleva a una nueva reindustrialización verde, y entiendo que los números van en ese sentido, por lo menos como objetivo del innovation fund, que permita sembrar y promocionar une nueva industria descarbonizada competitiva (a lo airbus). Muchas gracias Ager, muy recomendable el artículo, y bien hebrado