Europa, aunque nos guste imaginarnos como el centro del mundo, no dejamos de ser un pequeño apéndice de la placa tectónica euroasiática. En los últimos siglos hemos vivido en una época que bien podría llamarse el eurocentrismo. Este tiene su germen en la primera circunnavegación capitaneada por Juan Sebastián Elkano, considerado por muchos la mayor proeza náutica de la historia. Tras ello, innumerables países europeos han dominado el mundo, siendo el viejo continente el centro de operaciones. Sin embargo, el aumento demográfico que hemos vivido este último siglo, donde se ha triplicado el número de habitantes de la Tierra, ha supuesto una pérdida de peso específico de Europa dentro del tablero mundial (25% a 7%).
En 2022 la demanda de electricidad a nivel mundial creció un 2,5 % (+694 TWh), que es similar al crecimiento promedio del 2,6 % en la década anterior (2010-2021).
Gran parte del aumento del año pasado estuvo determinado por incrementos en la demanda en las economías importantes, de las cuales solo tres países representaron el 93 % del crecimiento de la demanda a nivel mundial: China (54 %), EE. UU. (21 %) e India (18 %).
Pero si ponemos el foco en la electricidad que consume del continente, la Unión Europea representa el 10% de la demanda mundial de electricidad con 2.809 TWh (2022). Alemania tiene la mayor demanda de electricidad (556 TWh), lo que representa casi el 20% de la demanda total de la UE. A Alemania le siguen Francia (484 TWh), Italia (322 TWh) y España (265 TWh), dicho de otra manera el G4 de Europa. Este parámetro se encuentra estrechamente ligado al número total de habitantes. (Alemania 84,3 M, Francia 68 M, Italia 58,8 M y España 48 M).
Sin embargo, las primeras sorpresas saltan al analizar los datos per cápita. En esa tesitura, los países nórdicos de Finlandia (15 MWh), Suecia (13 MWh) y Luxemburgo (10,5 MWh) tienen la mayor demanda per cápita, mientras que Rumania (3 MWh) tiene la más baja.
Si nos fijamos los dos países que más electricidad consumen per cápita son nórdicos. La lógica detrás de esos resultados es clara, el clima frío condiciona a las familias a costes de calefacción más altos, que junto a la distribución demográfica dispersa y mayor necesidad de transporte individual, les hace ser más intensivos en electricidad.
En Finlandia y Suecia, la biomasa y la energía hidroeléctrica son las principales fuentes de energía renovable, que combinadas representan aproximadamente el 35,5% en Finlandia y el 55% en Suecia de la generación total de energía eléctrica. De hecho, la biomasa y su amplia disponibilidad hace que ambos países dispongan de una industria de la celulosa y papel importante, que consume una parte considerable de la electricidad del país.
El caso de Luxemburgo es diferente, al tratarse de un país muy pequeño, no disponen de la capacidad necesaria para disponer de muchas fuente de generación diversas. Lo que inevitablemente le lleva a ser un país importador, donde aproximadamente el 80% de la electricidad consumida proviene de los países adyacentes.
Todos sois conscientes que desde inicios de 2020 muchas cosas han cambiado en nuestras vidas. Ya que, las alteraciones en nuestro día a día han sido constantes.
El año 2021, en plena recuperación de la pandemia, aumento de manera sustancial la demanda eléctrica hasta los 2888 TWh (+4,2% respecto al año anterior). Sin embargo, en el 2022 la demanda de la Unión Europea cató un 2,7%, hasta alcanzar los 2809 TWh.
En 2022 casi todos los países de la UE experimentaron una caída o un estancamiento de la demanda, me gustaría resaltar:
Francia registró la mayor reducción absoluta de la demanda en 2022, con una caída de 22 TWh (-4,3%) a 484 TWh desde 505 TWh.
Eslovaquia experimentó el mayor descenso relativo, con una demanda que cayó un 8,1% (-2,5 TWh).
Malta, Chipre, Irlanda y Portugal fueron la excepción, con una demanda que creció entre un 3 y un 6%.
La reducción de la demanda se asocia a diversos factores como, un clima más templado (que permitió aguantar mejor la reducción de las exportaciones por gaseoducto de Rusia), preocupación por la seguridad de suministro y una subida de costes que repercutió tanto a sectores industriales electro intensivos como a particulares.
Tras comprobar la demanda total de electricidad de la UE, es momento de profundizar en el impacto en emisiones de efecto invernadero.
De primeras, lo más sorprendente es que el 40% de la electricidad generada en Europa proviene de combustibles fósiles. Entre lo que podemos destacar que, la energía del carbón produjo el 16% (447 TWh) de la electricidad de la UE en 2022.
En la siguiente infografía observamos la distribución de las 712mt CO₂ con las que contribuye el sector de la energía en la UE. Al inicio del análisis hemos resaltado el G4 europeo, sin embargo, si nos centramos en la métrica de emisiones existe un país que irrumpe con fuerza. Polonia. Análogamente, un país que desciende considerable, como es Francia.
Polonia tiene 36,7 M de habitantes, y su red eléctrica es la más contaminante de Europa. En 2022 su intensidad en emisiones rozaba los 700 g CO₂/kWh. Una barbaridad. Siendo el país con mayor participación porcentual del carbón de la Unión, un 69%, con una producción total de 124 TWh.
En toda la UE, el promedio de la intensidad de carbono de la producción de electricidad es de 255 gCO₂/kWh.
Para que os hagáis una idea en 2022 el TOP 5 produjo más del 30% de su electricidad a partir de carbón. Resaltando a la locomotora económica de Europa, Alemania, que ha dependido en exceso en el carbón, ya que, durante el 2022 fue el mayor generador electricidad con origen en el carbón (181 TWh, el 31% de su mix eléctrico). A su vez, tras la guerra de Ucrania, la dependencia al gas natural ruso ha quedado de relieve.
ENERGIAS RENOVABLES
La generación de electricidad solar en la UE paso de 164 TWh en 2021 a 203 TWh en 2022 (Crecimiento del +24%). Todo ello derivo en la participación de la energía solar en el mix eléctrico al 7,3%, un aumento de 1,6 puntos porcentuales con respecto al año anterior (5,7%).
El aumento de la generación solar se debió a un aumento significativo en Alemania (+9,6 TWh, +20%), así como a aumentos sustanciales en España (+5,7 TWh, +21%), Países Bajos (+5,8 TWh, +51%), Francia (+4,3 TWh, +27%) y Polonia (+4,1 TWh, +104%).
Por otra parte, la energía eólica produjo el 15% (420 TWh) de la electricidad de la UE en 2022. La generación eólica es actualmente la segunda fuente limpia de electricidad en la UE, pero seguirá creciendo y superará a la generación nuclear.
En Europa se genera 2 veces más electricidad desde eólica (420 TWh) que desde energía solar (203 TWh).
Alemania es el mayor generador eólico con 126 TWh (22% de su mix eléctrico), por delante de España (62 TWh, 22%). Dinamarca tiene el porcentaje más alto con el 55% de su mix eléctrico (19 TWh), por delante de Lituania (38%), Irlanda (34%) y Portugal (28%). En la actualidad hay ocho países de la UE donde la energía eólica produce más del 20% de la electricidad y 16 países con más del 10% de la cuota.
Por último, la energía nuclear, la cual gradualmente ha ido perdiendo importancia en el mix en las últimas décadas. En 2022 la generación de electricidad a partir de la fisión del uranio ha caído un 16% (-119 TWh).De esta caída, el 69% se produjo en Francia debido a cortes y el 27% se debió a las plantas nucleares alemanas.
En 2022, un número récord de reactores nucleares franceses quedaron fuera de servicio, lo que resultó en la producción más baja en 30 años.
Concretamente, 82 TWh de caída de producción, con una caída interanual de 22%, pasando de 79 TWh en 2021 a 297 TWh en 2022. Para que os hagáis una idea, solamente el 48% de la capacidad total (44 GW) estaba operativa en promedio durante 2022.
A su vez, la generación nuclear de Alemania se redujo casi a la mitad, de 69 TWh en 2021 a 37 TWh en 2022, luego del cierre de unidades en diciembre de 2021.
La curiosidad del 2022
Francia es históricamente el mayor exportador de electricidad de Europa. El motivo es claro, una ubicación estratégica perfecta en el tablero europeo (conectada con Alemania, Italia, Suiza, Bélgica por tierra y Reino Unido por mar) y generación de electricidad constate mediante un parque nuclear importante.
Debido a los problemas previamente descrito en las nucleares, Francia se convirtió en importador neto (59 TWh) en lo que va de siglo.
Sin entrar a valorar la mala suerte del parque nuclear francés de quedarse inoperativo justo cuando salta la Guerra de Ucrania, precisamente en el momento que más falta hacia de esa electricidad, ocurrió un hecho destacable derivado de ello, en resumidas cuentas, el resto de países adyacentes tuvimos que emitir más para compensar a Francia.
España envió 15 TWh a Francia, a la par que aumentó 3 TWh la generación a partir de carbón en España. Sin los problemas de Francia, es muy probable que la generación con carbón no hubiera aumentado en España. O por ahondar, si centramos la mirada sobre Alemania, el carbón aumentó 17 TWh en 2022, pero se envió 11 TWh más de electricidad a Francia que en 2021; Sin duda, Francia contribuyó en parte al aumento de la generación de carbón en Alemania.
En resumidas cuentas, el resto de países adyacentes tuvimos que emitir más, tirando de combustibles fósiles, para compensar a Francia.
Rillante Ager, muchas gracias, forma unica y gracil de mantener el interes cuando hay tantos numeros de por medio. Buena proeza, y por supuesto, gracias por el resumen