47) Amoniaco y la seguridad de un país (Descarbonización de fertilizantes)
La evolución de los seres humanos siempre se ha sustentado sobre 2 pilares fundamentales, que como son la alimentación y la energía. Los macronutrientes que favorecen el desarrollo de las plantas son el Nitrógeno (N), Fosforo (P) y Potasio (K). Es por ello que, el uso de fertilizantes con base en N, ha supuesto un aumento de la producción agrícola de la tierra, gracias a proporcionar los nutrientes esenciales para potenciar su crecimiento. Consecuentemente, la Tierra ha padecido un aumento exponencial de la población humana pasando de los 2000 M de habitantes en 1930, a casi 8000M en 2022.
El precursor necesario que se usa para generar fertilizantes en base N es el amoníaco (NH₃), para posteriormente, obtener productos como nitrato amónico, sales amónicas y urea.
¿Pero que se necesita para fabricar amoníaco?
Se emplea nitrógeno (N₂) obtenido del aire e hidrógeno gris proveniente del reformado del gas natural (GN). Resulta evidente que los altos precios de la energía y del GN están causando estragos en la industria europea de fertilizantes, según la empresa de fertilizantes europea Yara International, 80% del GN como materia prima y 20% para calentar el proceso y producir electricidad .
Esta coyuntura me recuerda a lo que Javier Blas y Jack Farchy expone en su libro “El mundo está en venta”, donde Rusia se había convertido en uno de los principales países exportadores de trigo para el año 2010, y las naciones consumidoras de pan en Oriente Medio y el norte de África eran extremadamente dependientes de sus importaciones. La multinacional Glencore, mediante Yury Ognev deslizó a los medios de comunicación que “El gobierno ruso tiene todos los motivos para detener las exportaciones de trigo”. 2 días más tarde, el 5 de Agosto de 2010, Moscú prohibió las ventas al exterior, y el precio del grano se disparó un 15%. Este hecho derivo en una subida de precios en los países más desfavorecidos, catalizando lo que a posteriori se conoció como “Primavera Árabe”.
Cuál es la lección que podemos extraer, que una escasa cosecha, ya sea por causas naturales (la sequia que asolo los cultivos rusos) o ausencia de potenciadores del crecimiento (fertilizantes), conduce inexorablemente hacia una inflación de productos alimentarios. Tal puede ser la magnitud, que la estabilidad y seguridad de un país pueden verse comprometidas.
¿Cuál es la solución para que nuestro pan no dependa del gas natural externo?
Descarbonizar la industria de los fertilizantes.
Estoy convencido que la primera aplicación del H₂ verde será desplazar el H₂ gris del mercado. Con ello lograremos la independencia en materia alimentaria, ya que el país dispone de grandes llanuras útiles para la producción agrícola y abundante recurso solar como para producir H₂ renovable a un coste competitivo. Como describo en este articulo para el periódico (https://lnkd.in/esCkxTcf), para comenzar a desarrollar el potencial industrial descarbonizado.
47) Ammonia and the security of a country (Decarbonization of fertilizers)
The evolution of human beings has always been based on 2 fundamental pillars, which are food and energy. The macronutrients that favor plant development are Nitrogen (N), Phosphorus (P) and Potassium (K). That is why the use of N-based fertilizers has led to an increase in the agricultural production of the land, thanks to providing the essential nutrients to enhance its growth. Consequently, the Earth has suffered an exponential increase in the human population, from 2,000 million inhabitants in 1930, to almost 8,000 million in 2022.
The necessary precursor used to generate N-based fertilizers is ammonia (NH₃), to subsequently obtain products such as ammonium nitrate, ammonium salts and urea.
But what is needed to make ammonia?
Nitrogen (N₂) obtained from air and gray hydrogen from natural gas (NG) reforming are used. It is evident that the high prices of energy and NG are wreaking havoc in the European fertilizer industry, according to the European fertilizer company Yara International, 80% of NG as feedstock and 20% to heat the process and produce electricity.
This situation reminds me of what Javier Blas and Jack Farchy expose in their book "The world is for sale", where Russia had become one of the main wheat-exporting countries for the year 2010, and bread-consuming nations in The Middle East and North Africa were extremely dependent on their imports. The multinational Glencore, through Yury Ognev, slipped to the media that "The Russian government has every reason to stop wheat exports." 2 days later, on August 5, 2010, Moscow banned foreign sales, and the price of grain shot up 15%. This fact led to a rise in prices in the most disadvantaged countries, catalyzing what was later known as the "Arab Spring".
What is the lesson we can draw, that a poor harvest, whether due to natural causes (the drought that devastated Russian crops) or the absence of growth enhancers (fertilizers), leads inexorably towards inflation of food products. Such can be the magnitude, that the stability and security of a country can be compromised.
What is the solution so that our bread does not depend on external natural gas?
Decarbonise the fertilizer industry.
I am convinced that the first application of green H₂ will be to displace gray H₂ from the market. With this we will achieve independence in food matters, since the country has large plains useful for agricultural production and abundant solar resources to produce renewable H₂ at a competitive cost. As I describe in this article for the newspaper (https://lnkd.in/esCkxTcf), to start developing the decarbonized industrial potential.