124) Desacople de Euskadi entre el PIB y la intensidad energética
Análogamente, TOP 15 mayores emisores de CO₂ de Euskadi.
En el anterior análisis cartografiamos el consumo de energía de Euskadi, una región muy industrializada con varios sectores difíciles de descarbonizar. Sin embargo, en este artículo voy a enfocar los datos energéticos desde otro prisma.
En primer lugar, observaremos en cada uno de los sectores (industria, transporte, agricultura/pesca, servicios y residencial) las dependencias que tienen a las diferentes procedencias de la energía consumida (en columnas, unidades de GWh).
Claramente, se observa que el petróleo y sus derivados tienen copado el sector del transporte. Aunque la electrificación parece que esta penetrando lentamente, aún solamente repercute algo más de 1.000 GWh. La generación de electricidad depende principalmente del gas natural (17.000 GWh), ya que, existen varias centrales termoeléctricas de ciclo combinado, como son Bizkaia Energía en Amorebieta y Bahía de Bizkaia Electricidad en el Puerto de Bilbao (Santurtzi). Análogamente, el puerto de Bilbao posee una planta de regasificación de gas natural licuado (GNL), denominada Bahía de Bizkaia Gas.
En el sector industrial, el 50% de la energía consumida en 2022 provino de la electricidad, ya sea de origen renovable como no renovable. La presencia del gas natural en la industria es muy grande donde algo más de 7.500 GWh fueron empleados en el año 2022.
En el siguiente gráfico he recopilado de mayor a menor las 15 compañías que operan en Euskadi que más dióxido de carbono emiten. Cabe destacar, que Petróleos del Norte (en rojo) es la compañía que más emitió, tal es el caso, que he tenido que adaptar la escala para no distorsionar los valores del resto de las empresas. Sin embargo, Petronor en 2021 emitió 2.004 kt CO₂ (x2,5 veces el valor representado).
Las emisiones totales de la industria vasca ascienden a 5.356 kt/año, distribuidas de la siguiente manera; Bizkaia 4.577 kt/año, Gipuzkoa 521 kt/año y Araba 257 kt/año.
Todos los sectores de la lista son compañías intensivas en energía: Refino (Petronor), Generación de electricidad (Bizkaia Energía, Ciclo Combinado Santurtzi), Cementero (Cementos Lemona, Cementos Rezola), Gestión de residuos (Zabalgarbi), Alimentación (Bunge) , Siderúrgico (Sidenor, Befesa, Nervacero), Papeleras (Papresa, Papel de Aralar) y Estación Depuradora de Aguas Residuales (E.D.A.R.) de Galindo.
Toda la energía que no provenga de fuentes renovable genera emisiones de efecto invernadero, y en la siguiente gráfica se puede observar cómo ha variado las emisiones de efecto invernadero, no solamente, centrándonos en el dióxido de carbono, sino otros gases como metano, óxido nitroso o gases fluorados. Asimismo, para ser más puristas es necesario incluir la energía eléctrica importada de fuera de la región, por que, aunque no sea generada en Euskadi tiene que computar igual.
Pero no solo debemos aproximar la transición energética desde la reducción de las emisiones, sino que es necesario que seamos conscientes de la eficiencia energética, es decir, debemos concienciarnos en consumir menos energía.
Para ello, existe una métrica, llamada intensidad energética, que es un indicador de la eficiencia energética de un sistema, calculado como el consumo energético por unidad de PIB generado (MWh/€).
Cuanto mayor es este indicador, más consumo es requerido para la producción de una unidad de PIB, es decir, menos eficiente es el sistema analizado. Este indicador también puede ser calculado por sector, así, la intensidad energética del sector industrial representa el consumo necesario para la producción de una unidad de VAB industrial (Valor Añadido Bruto).
Observamos como el producto interior bruto (PIB), como dice el gran economista y historiador Ignacio de la Torre, es un valor dependiente exclusivamente de las horas trabajas anualmente y la productividad de dichas horas. En Euskadi el PIB ha ido en aumento en las últimas 4 décadas, y paralelamente, la intensidad energética se ha reducido a la mitad.
Por lo que podemos decir, que Euskadi ha conseguido multiplicar por x2,5 el PIB, gastando un 50% menos de energía. Ese desacople es muy necesario para no estar vinculado el aumento del consumo de energía al crecimiento económico de un país.
La otra pata sobre la que se sustentará la transición energética es sobre las energías renovables. Hoy en día, las centrales de generación eléctrica ubicadas en Euskadi producen electricidad en función de las condiciones del mercado eléctrico estatal (pool), por lo tanto, no dependen del consumo o demanda que se de exclusivamente en Euskadi.
Históricamente las centrales ubicadas en Euskadi han generado anualmente menos electricidad de la que han consumido los consumidores vascos en el mismo periodo, lo que ha requerido de la importación de electricidad de las comunidades autónomas colindantes.
Según los datos del Instituto Vasco de Competitividad – Orkestra presentados en el documento “Energías renovables en Euskadi: ahora, más que nunca”, en 2020 la energía de origen renovable representaba el 9,8% de la demanda de energía primaria y el 16,9 % del consumo final de energía en Euskadi (8,5% sin contar con la electricidad importada). Aunque la Estrategia Energética de Euskadi 2030 tiene como objetivo que la cuota de las energías renovables en el consumo final de energía sea 21%.
En 2022, los 729 MW de potencia instalada de energías renovables eléctricas en Euskadi estaba distribuida de la siguiente manera: hidráulica 173 MW, eólica 153 MW, fotovoltaica 83 MW, solar térmica 63 MW, biomasa 231 MW, geointercambio 24 MW y energía marina 0,3 MW, lejos del objetivo de 1.885 MW de potencia eléctrica renovable total establecido en la Estrategia Energética de Euskadi 2030.
Los datos de energías renovables no son espectaculares, el motivo es claro, la orografía no permite mucho más. Sin embargo, se prevé un gran paso adelante el los próximos años, ya que el Gobierno Vasco se encuentra muy concienciado con la necesidad de aumentar el peso de las renovables en el mix energético. Por ello, recientemente Eusko Jaurlaritza ha deslizado que existe interés de desarrollar 885 MW de energía eólica y más de 400 MW en fotovoltaica.
Pero para el final del análisis me voy a centrar en las comunidades autónomas cercanas a Euskadi tienen un parque renovable muy interesante, entre las que voy a destacar Castilla y León y Aragón.
En 2022 Castilla y León sigue siendo la comunidad autónoma española con mayor generación renovable de nuestro país: 20.744 GWh que supusieron el 89,7 % del total de la producción de la región, máximo histórico de participación desde que se cuenta con registros.
Castilla y León, que colinda con Euskadi, en dos de sus territorios (Bizkaia y Araba), en 2022 disponían de 12.554 MW de potencia renovable, que representa algo menos de la mitad de la capacidad total de la comunidad. Por lo que, puede convertirse en un socio fiable para el suministro renovable.
Por otra parte, voy a resaltar el papel de Aragón, aunque colinda directamente con Navarra, dispone de 8,22 GW de potencia renovable en su territorio, que le generaron 15.298 GWh en 2022.
Números muy reseñables, ya que siempre asociamos que el poderío español en renovable se centra en el sur de España. Pero como podéis observar en la información de Red eléctrica, tanto Aragón como Galicia generan energía renovable similar.
Por lo que, de todo lo previamente descrito subyacen dos ideas muy claras. Euskadi debe seguir centrando sus esfuerzos en reducir la intensidad energética, a la vez que busca y fortalece alianzas con el resto de comunidad autónomas con gran capacidad de generación de energía renovable. Todo ello, le permitirá disponer de electricidad renovable que le serán útiles a las 15 empresas que más emiten para que puedan descarbonizar sus actividades industriales, ya sea a través de la electrificación, como hidrógeno renovable.